sábado, 25 de septiembre de 2010
Como un loco te soñé
De noche mis ojos cerré,
y como un loco te soñé…
Por el espacio me perdí,
hasta que las estrellas alcancé
cuando con líneas de mi mente tu cuerpo dibujé
y con un grito vehemente te desperté…
Tan real me pareció,
que con mis labios te besé.
Dejé volar mi imaginación,
dándole sentido a mi corazón…
y con las alas de mis deseos
por fin te desnudé…
Con cuánta emoción te observé,
que hasta mi corazón se estremeció,
y una lágrima de mi ojo se arrancó,
por la sublime hermosura que éste contempló…
que si otros sólo vieron en ti luz…
te juro que en ti contemplé el Sol…
Al verte me aventuré,
y de un salto mis ansias en caricias transformé,
y por el mar de tu cuerpo naufragué.
A mi pasión, alas le dibujé,
y con sus plumas, el cuerpo entero te cobijé,
y con labios de su aliento,
mil besos te regalé…
A lo lejos,
un manto de nubes contemplé,
sin pudor, en mis brazos te levanté,
y tiernamente, sobre las nubes te recosté,
y con caricias de mi boca te besé,
desde tu pelo, hasta la punta de tus pies…
y como si fuera mi primera vez,
con vehemencia y deseo te amé… te amé… y te amé…
Con cuanta pasión me amaste también,
y como si fuera tu primera vez
tu cuerpo y mi cuerpo fundidos en uno contemplé,
y cual poesía disfruté
suaves y febriles convulsiones,
profundos gemidos,
y mares de sudores …
Cuando por fin la gloria alcancé,
sobre mi pecho tu cuerpo recosté,
con versos de mi boca te abracé,
con caricias de tus ojitos me deleité,
y los besos de tus manos disfruté…
Por eso, con el cielo un pacto realicé,
y varias estrellas le arranqué,
y con ellas, esta poesía en tu cuerpo dibujé…
y sólo deseé, te juro que imploré y anhelé,
que esto no fuera sólo parte de un sueño que soñé,
pero la luz del día me alcanzó,
y mi corazón resignado contempló,
que sólo como un loco te soñó y te anheló…
.
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