lunes, 7 de febrero de 2011

La primera vez...

Cuando la primera vez que tu cuerpo se rendía y me daba permiso de amarlo, fue digno de nunca ser llevado al olvido. Aquel día, con esa mirada asustada y de ternura muy típica en ti, me hiciste entender que podía continuar en lo que mis manos habían iniciado de manera insinuante un tiempo atrás. Solos, en esa habitación que se hizo nuestro refugio y paraíso terrenal para amarnos, fue donde por fin dejé a mis manos sentir cada centímetro de tu piel. Ese calor de tu cuerpo desnudo junto al mío y la suavidad que por primera vez mis dedos tocaban... recorrer tu espalda lentamente de arriba a abajo, una y otra vez... sentir tus labios en mi cuello como aprobando mis movimientos. Mis dedos parecían hechizados al sentir como tus caderas empezaban a buscar una manera mejor de acoplarse a las mías, y seguían su ruta hacia ellas, plasmándose mis manos en tus muslos y tus piernas abrazando las mías... Detenerme para mirarte a los ojos y darme cuenta que me miraban con ese brillo nuevo, esa mezcla de éxtasis, hipnosis, felicidad... Dios! que sensación! No teníamos prisa..cAda segundo era vital. Me besaste... solo tú me sabías besar de esa manera... de llevarme hacia dentro de ti con solo eso: besarme! La belleza de la desnudez, tan cerca, ante mis ojos, ante mis manos.... Me perdí en tu sexo, acoplándome como en mis primeros tiempos de vida, creo que tal vez para esa acción fue hecho, pero también para ser admirado, bendecido y acariciado... Mientras tú apretabas mis cabellos, sentía como tu respiración y tu corazón competía como si quisieran alcanzar la presea! Tus manos descansaban en mi espalda cuando me decidí volver a visitar tu cuello y hombros... cómo un roce de dedos en el interior de tus blancos brazos pudo hacerte temblar de esa manera!! Un delicado toque... suficiente para elevar al grado más alto, mientras tu boca buscaba parte de mí para besar o morder, para convencerte que no estabas soñando. Tu vientre, antes explorado por otra, esperaba ansioso mi llegada, mis cuidados, mi entrega. Fue nuestra primera vez! Camino al sur... descansé con besos en tu cintura, me abracé a ella rindiéndole tributo a su pureza, a nuestro amor!!. Te escuchaba desde la distancia. Tu voz se perdía en el aire, mientras te llenaba de besos y caricias… bendiciendo cada milímetro de tu regalo a mí! Sentí, vi y escuché como mi labor quedaba concluida... habíamos tocado el cielo… una ofrenda dada y otra aceptada en nombre del amor! Rendidos, uno abrazando al otro, nos besamos profundamente, sellando así, el inicio de un momento

3 comentarios:

  1. LA FORMA MÁS BONITA Y MÁS SUBLIME DE HACER EL AMOR!!!!!

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  2. LUIS....La primera vez, iniciar un momento asi como lo describes con tanta pasiòn amàndose, es hermoso e inolvidable para toda la vida de una pareja, asi no tengan un deseado final feliz..un Beso

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  3. LUIS QUE BUENA PALABRAS EXCELENTE.
    BESOS LIZ

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