martes, 13 de diciembre de 2011

El altar de mis deseos



Tu piel suave, sensual, altar de mis deseos,
merece y provoca tiempo y dedicación,
será por eso que mi conciencia no me permite profanarte
sin antes haberte adorado lo suficiente…

Mis manos, que despliegan su carga de caricias,
te tocan casi sin tocarte…

Rozo tu cuerpo con mis dedos lentamente,
subiendo y bajando por tus caminos
solo deteniéndome obligado,
para poder disfrutar del volver a empezar…

Me preguntas si te deseo…
Sí mi amor, con ansias, con pasión y con locura,
pero mi experiencia domina las ganas
dándoles un lugar secundario,
porque tu placer es mi gloria
y vos mi prioridad…

Como el más exquisito de los vinos,
deseo beberte de a poco, saborear tu piel,
extasiarme de tu perfumado sabor a mujer…

Mis besos,
que se columpian en la cima de tus montes,
buscan encender tu volcán…

Tu boca responde,
y tus sabias manos, conocedoras de mis gustos,
encuentran al explorador de tus abismos,
el que ansioso aguarda su turno,
el mágico momento de extraviarse en tu interior…

Me fascina amarte,
tal vez porque siento que el tiempo en tu piel se detiene
y esa magia de sentirte lo transforma todo,
o quizás, porque el sueño de tenerte no tiene final
sino un principio apasionadamente reiterativo,
que me conduce siempre a volver a comenzar…

martes, 6 de diciembre de 2011

Tu lluvia sensual...



¿No tienes la menor idea de lo que provocas? ó ya te diste cuenta, que actúas con el pecado de la soberbia con alevosía y ventaja.



Sabes que te miro que eres quien provoca mis deseos más profundos de sentirte junto a mi. Cada día que miro.... tu andas, como cruzas al paso tus piernas sobre esa línea imaginaria que ya tienes practicada, veo el movimientos de tus caderas, que se delinean con esa falda de que deja entrever esa diminuta prenda que coquetea con mi ojos.



Eres lluvia de sensualidad con esa blusa que me deja solo ver tus pechos blancos, ajustados en ese encaje tan erótico, que me provoca sensaciones y que mi sangre corra tan rapido que no me deja disimular mi excitación.



Verte pasar y escuchar el ritmo de tus tacones negros, que solo me dejan ver la palidez y la textura de tu piel, no puedo dejar de mirarlos y no pensar que quiero besarlos.



¡Si...! soy un pecador, porque te deseo, porque deseo tu cuerpo, porque quiero sentir cada gota de tu lluvia de sensualidad mojándome todo mi ser.



Poder mirar tus ojos y que veas en los míos esas lagrimas de alegría, porque ya eres mía y yo de ti.



¡Te amo! Pero no por este momento, te amo desde siempre, desde ese día que cruzaste en mi camino y tus ojos se miraron con los míos, no puedo olvidarte, aunque solo sea en mi corazón, por eso vivo pecando, porque te miro, y te miro, deseo y sueño, con esa tu lluvia de sensualidad que no será mia.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Poesía ......




Sangre que corre por mis venas,

Luz de un nuevo amanecer,

Expresión de miradas tiernas,

Palabras que me hacen estremecer.




Una luna sin estrellas,

Un cielo sin sol,

Tú la mujer más bella,

La fragancia de la más bella flor.




Letras plasmadas en hojas,

Lágrimas de un puro corazón,

Brisa suave que no sopla,

Para vivir la mejor razón.




Música que alegra corazones,

Pentagramas de ternura sin igual,

Miradas que encienden pasiones,

Dedos que quiero acariciar.




Una voz que grita te amo,

Un eco que se hace escuchar,

Una lágrima que estalla en llanto,

Un te extraño que se hace esperar.




Un llanto en pena buscando ser oído,

Lágrima clara que corre una tinta,

Los ojos más tiernos que he visto,

Buscar tu reflejo al levantar mi vista.




Unos sueños que vuelan libres,

Unos ojos que dicen te amo,

Un corazón que penas sufre,

Cuando no estas y con mi corazón te llamo.




Un sueño hermoso y profundo,

Las ansias de ver la luz,

Poesía es lo más bello del mundo,

Poesía para mi corazón eres tu.

Amanecer contigo...






Sentir tu cuerpo abrazado al mío

despertar con la luna y notar tu abrigo

suspirar en silencio

tu corazón y el mío...




Dos relojes al unísono

deseando el tiempo olvidar

que no llegue la hora de despertar

quiero seguir soñando...




El mágico sueño soñado

el deseo más deseado

la espera más esperada

la pasión más controlada...




La fría sábana me envuelve

el sol ilumina la ventana

la soledad me acompaña en la cama

sólo era una ilusión

que repito cada mañana




Amanecer contigo...

martes, 29 de noviembre de 2011

No pienses no digas nada....


No pienses, no digas nada,
Solo bésame como si fuera la primera vez
Como si fuera la última
Como si el vuelo de un ángel
Dejara en mis labios la estela de su paso.
Cierra los ojos y elévate
Déjate llevar por el instinto
Por lo que sientes
Abandónate…libérate….
No dejes que el murmullo de la noche
distraiga tus sentidos
y vuela en alas de la pasión.
Vos y yo solo dos esencias
Que como el humo de un cigarro
Se desvanece en el aire
Sé simplemente sentimiento
Tus manos serán alas
Y la tempestad del huracán
Nacido en nuestros cuerpos
Nos elevará más allá de la vida misma
Al abrir los ojos ya no seremos lo que fuimos
Seremos dos cuerpos redimidos
En la hoguera del amor infinito.

sábado, 26 de noviembre de 2011

QUEMAME...





Quiero quemarme en tu fuego , quemarme despacio

No tengas de mi compasión quiero morir en tus brazos,

Quiero sufrir el tormento que me das con tus caricias

No me importa morir así pues yo quiero morir sin prisa.

Tú no sabes como sufro cuando no te ven mis ojos

Siempre te quiero a mi lado disfrutando los dos solos,

Siento la necesidad tan grande de poder estar contigo

Mi amor es tan fuerte que quiero ser más que un amigo

...

Mi amor como decirte, que me estoy volviendo loco

Si estoy solo no se quita, y si estoy contigo tampoco,

No se lo que me pasa de ti siempre tengo hambre

Y nada mas que te veo no espero para saciarme.

...

Que lindo es querer así es como vivir en una nube

Nada más que estas cerca en mi cuerpo todo sube,

Todo hace presagiar que se acerca la gran batalla

Pero de estar a tu lado jamás se me quitaran las ganas.

Caricias......



La habitación está iluminada sólo por la Luna. Duermes y estoy a tu lado. Acaricio tu pelo, mientras poso mis labios sobre los tuyos y recorro con mis dedos las facciones de tu rostro, aún tú... duermes.

¿Qué sueñas? Quisiera saberlo, pero te miro dormir y pareciera que por la expresión de tu rostro lo adivinara.

Tus ojos, aún cerrados, parecen abrir la puerta a la fantasía, a un mundo de sueños en donde te apoderas de todo. Tú sueñas con amor, pues tus labios se sonríen levemente y tu sonrisa carmín enciende tu faz. Sueñas y yo... acaricio tu pelo.

Mis labios poseídos por el deseo incontenible de besarte, se posan suavemente en tus labios para que no despiertes.

Sin embargo, abres los ojos, parecen dos luceros que brillan en la inmensa noche. Tu mirada seductora penetra hondamente en los míos. Me estremezco y tú lo percibes.

Me besas tímidamente y me estrechas fuertemente como para encadenarme a tu cuerpo y tener la seguridad de que no escaparé de tus brazos. Recorres con tus manos cada rincón de mi cuerpo y yo sólo me limito a... acariciar tu pelo.

Tomas mis manos entre la tuyas y las guías por todo tu ser, navegan nuestras manos por todo tu ser. Mis labios abrasadores besan tu rostro, inquieto y apacible simultáneamente, cubriendo con un beso cada una de tus facciones. Miro tus ojos que incineran mi corazón y tus labios tan sensuales son sorprendidos por un beso profundo de los míos.

Continúo por tu cuello; besándolo, mordiéndolo, una y otra vez, te siento excitada y eso me estremece.

Anclo en tu pecho, con mi cara acaricio lentamente tu pecho; lo beso avanzando, casi imperceptiblemente, hasta tu ombligo, me detengo pudoroso; pero, a pesar de ello, introduzco uno de mis dedos , palpándo muy despacio.

Escalan mis manos por tu pecho y se posan sobre tus hombros ,bajan, pausadamente, por tus brazos para encontrar tus dedos y entrelazarlos con los míos. Cierras los ojos y... me besas.

Mis dedos caminan por tu cuerpo, una zona enteramente desconocida e infinita, pero vuelo repentinamente a tu rostro, con mis dedos anulares recorro todas las facciones de tu rostro, pero mis dedos... tiemblan al tocarte.

Acaricio cada uno de tus párpados y las pestañas que protegen tus hermosos ojos. Naufrago por el río de tu nariz que conduce al mar de tu boca.

Tu nariz es el puente entre mis dedos y tu dulce sabor. Beso sólo tus labios, despacio, muy despacio, miro tus ojos cándidos y mis manos aún temblorosas acarician... tu pelo.

Me recuesto sobre tu pecho desnudo y siento el calor de tu cuerpo; puedo percibir el acelerado latir que marca el ritmo de tu corazón. Besos suaves van palpando tu pecho ansioso de tenerte y con mis manos voy señalando el camino que he de seguir con mis labios.

Mis piernas rozan las tuyas con cierta timidez. Ascienden y descienden acariciándote. Se sienten cálidas y envolventes, abrasadoras. Tomas mis manos y las llevas por los senderos de tus muslos ,allí... me detengo a beber su néctar.

Acaricias lentamente mis piernas. Tus manos , suaves, cálidas, apasionadas, me estremecen hasta el punto de la desesperación. Tus labios ardientes besan poco a poco mis piernas hasta llegar a mi vientre.

Me acaricias con tus labios, intentan morderme. Me desespero y eso te fascina. Tomas mis manos frágilmente con tus dedos, los besas, los presionas contra tu pecho. Me besas con una pasión incontenible.

Tus manos cabalgan por mis colinas aún no perturbadas, acaricias mi espalda entre las sábanas y tus dedos la puntean, excitándome aún más. Tus dedos se entrelazan con mi pelo y éste se revuelve por el movimiento sensual de nuestros cuerpos.

Ha llegado el momento de entregarnos completamente, el instante en que serás mía y seré tuyo, en cuerpo y alma, seré tuyo.

Nos poseemos y unimos nuestros cuerpos fundiendo nuestros corazones a un mismo compás, se aceleran. Cierro... los ojos... muerdo tus hombros... te abrazo con fuerza.

El néctar que emana de ti se confunde con el mío en la explosión de un orgasmo y penetra violentamente por el sendero del placer infinito... En el ocaso de la noche, nos entregamos el alma, el cuerpo, el ser.

Nuestros cuerpos siguen desnudos y tibios sobre la cama revuelta y húmeda.

Estás a mi lado. Se apaciguan los latidos de tu corazón y del mío, estamos tendidos sobre las sábanas que se enfrían lentamente mientras transcurre la noche llevándose a luz de la Luna que ha sido cómplice.

Te observo dormir, esta vez desnuda junto a mí, exhausta, apacible. En tu rostro, se refleja la serenidad de tu alma. Tu cuerpo me parece más hermoso después de tenerte. Te siento tan mía, tan vulnerable a mis besos y caricias; sin embargo, sólo quiero... acariciar tu pelo.